Nadie es más fuerte que uno mismo

Lo más importante, es aprovechar todos y cada uno de los instantes que compartimos con alguien, pues nunca sabemos cuando será la última vez que riamos juntos. En los buenos momentos todos están, en los malos... solo unos pocos. Todos nos equivocamos alguna vez, nadie es perfecto, pero si alguna cosa saco en claro de mis experiencias es que el rencor nunca te ayuda a seguir adelante.

Por eso, he decidido dejar de dar explicaciones a quien no las quiera escuchar. He decidido dejar de darle importancia a cosas insignificantes. He decidido, también, seguir adelante y como dice mi madre sin mirar nunca atrás, a ser más valiente. 

También, he aprendido a adaptarme a las cosas menos buenas de la gente que me rodeo, a hablar cuando debo hacerlo. He aprendido, además, que nadie puede hacerme creer que soy alguien que no soy,  a no dar más de lo que darían por mí. He aprendido que el tiempo pone a cada uno en su lugar y que nadie es tan bueno ni tan malo como lo pintan. He aprendido que la acción de escuchar es más virtuosa que la de hablar. He aprendido a decir no, a poner los límites. He aprendido a no odiar, sino a ver lo mejor de los que me han hecho daño. He aprendido que no conoces realmente a nadie nunca, y que cuando más sabes de ella es cuando la has perdido.

Ahora, con el tiempo, he llegado a entender que el que quiere llevar siempre la razón es el más necio, que es imposible controlarlo todo pues hay cosas que  escapan de nosotros, que cuando más solo estás es cuando más gente te crees que tienes. He entendido que las primeras impresiones siempre son malas, que prejuzgar es el error más grande que cometemos, que perdemos la oportunidad de conocer gente maravillosa por esas sensaciones. He entendido que el tercero en discordia siempre sobra, que las malas lenguas siempre van a aparecer a medida que las situaciones se vayan poniendo más turbias y que la mentira más grande es la que más convencido se dice, la que nunca falta.

Con todo esto, y lo que me queda por entender, por aprender y por decidir... lo único que sé que vale la pena, es ser FELIZ.

P.